Por lo general, los instrumentos de deuda con diferentes características (fecha de vencimiento/calificación crediticia o riesgo) tienen diferentes rendimientos. Para comprender mejor qué es el diferencial, tomemos como ejemplo los rendimientos de bonos y analicemos los riesgos relacionados con ellos. El rendimiento de bonos es la tasa de retorno que sus poseedores obtienen si tienen dicho bono hasta el vencimiento y reciben los flujos de efectivo en las fechas prometidas. Los riesgos incluyen el crédito, las tasas de interés, la inflación y otros.
Podemos dividir las medidas del diferencial de rendimiento en spread nominal (G-spread), spread interpolado (I-spread), spread de volatilidad cero (Z-spread) y spread ajustado por opciones (OAS).
El spread nominal (G-spread) representa la diferencia entre los rendimientos de bonos del Tesoro y los de bonos corporativos con la misma madurez. Los bonos del Tesoro no tienen riesgo de incumplimiento, por lo que la diferencia entre los bonos corporativos y estos muestra el riesgo de incumplimiento. Podemos calcular el G-spread utilizando la siguiente fórmula:
G-Spread = rendimiento del bono corporativo – rendimiento del bono del Gobierno
El spread interpolado (I-spread) es la diferencia entre el rendimiento de un bono y la tasa de swap. Podemos usar LIBOR como ejemplo. Muestra la diferencia entre el rendimiento de un bono y una curva de referencia. Si el I-spread aumenta, también aumenta el riesgo crediticio. Por lo general, el I-spread es más bajo que el G-spread.
Se conoce también como spread de volatilidad cero. El Z-spread se suma a cada tasa de interés al contado para que el valor actual de los flujos de efectivo del bono sea igual al precio del bono.
El spread ajustado por opciones se calcula como el spread de volatilidad cero, menos el valor de la opción de compra. También existe el término “spread” en el mercado Forex. Se refiere a la comisión que le pagas a un broker. El spread en Forex se calcula como la diferencia entre los precios bid y ask.